Con humildad, humillándonos, buscando su perdón, confesar a Dios que he pecado
1 Juan 1 : 8 – 9
Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.
Salmo 32 : 5
Pero te confesé mi pecado y no te oculté mi maldad. Me dije: Voy a confesar mis transgresiones al Señor. Y tú perdonaste la culpa de mi pecado. Selah
2 Crónicas 7 : 14
si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.
Proverbios 28 : 13
Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, alcanza la misericordia.